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    'El Lute: camina o revienta', la historia que Eleuterio Sánchez quiso contar porque pensaba que le pegarían un tiro
    Alicia P. Ferreirós
    Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

    La inolvidable película dirigida por Vicente Aranda y protagonizada por Imanol Arias en 1987 está basada en las memorias de "El Lute", que comenzó durante su última fuga y terminó en la cárcel.

    Han pasado 35 años desde que Vicente Aranda estrenase El Lute: Camina o revienta en 1987, pero la inolvidable película protagonizada por entonces un jovencísimo Imanol Arias en la piel de Eleuterio Sánchez alias "El Lute" nos sigue hipnotizando de la misma manera que la historia que en ella se relata. La de la (doble) rocambolesca fuga que ya forma parte de la historia de España y, especialmente, la de un hombre que durante décadas fue el delincuente más famoso del país pero que ahora es un ejemplo de reinserción y de tesón, un hombre sabio y cultivado que reside tranquilamente en su pueblo y se dedica a escribir.

    La historia de "El Lute" se convirtió en leyenda y así se mantuvo durante décadas, pero Eleuterio Sánchez, que ha escrito sus memorias en tres volúmenes -el último de ellos publicado en 2013-, ha pasado años desmontando el mito. Para empezar, "El Lute" nunca fue su mote, en su casa ni en su entorno nunca nadie le llamó de esa manera. Según ha relatado en distintas entrevistas a lo largo de los años, "El Lute" fue la forma en la que la policía le bautizó en la nota informativa de su detención por el atraco de una joyería de la calle Bravo Murillo. Sí le llamaban Terio o Luterio, pero sencillamente porque su familia "era inculta y les costaba mucho Eleuterio".

    El Lute (camina o revienta)
    El Lute (camina o revienta)
    Fecha de estreno 9 de octubre de 1987 | 2h 03min
    Dirigida por Vicente Aranda, Isabel Mula
    Con Imanol Arias, Victoria Abril, Antonio Valero
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    3,0
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    A modo resumen de la popular historia sobre El Lute, Eleuterio Sánchez nació en 1942, en pleno franquismo, en el seno de una familia absolutamente pobre que vivía en una chabola en un barrio de Salamanca. Delincuente habitual en pequeños hurtos, su detención más famosa data de 1965, cuando fue acusado de haber participado en el atraco de una joyería en Madrid en el que se produjo una víctima mortal. Condenado a pena de muerte que luego se convirtió en cadena perpetua, al año siguiente Eleuterio Sánchez se fugó durante un traslado arrojándose de un tren en marcha, como si de una película se tratase. Apenas dos semanas después fue detenido y llevado de nuevo a prisión, siendo su fuga objeto de una importante atención mediática que alcanzaría niveles estratosféricos cuando, en 1970, El Lute volvió a fugarse. En esa segunda fuga, el preso logró evadir a la policía durante tres años, que finalmente lo detendría en 1973. Durante su estancia en prisión aprendió a leer, escribir y estudió la carrera de Derecho a distancia, llegando a trabajar como abogado en un importante gabinete jurídico una vez recuperó su libertad. También escribió varios libros.

    Sobre "El Lute" se contaron y escribieron muchas cosas. Durante años fue considerado el delincuente más buscado, su hazaña fue objeto de una enorme atención mediática y su figura se convirtió en personaje: "En España había miles de Lutes, lo que pasa es que en mí coincidieron una serie de elementos. Había que destacar a uno porque en España no solamente tenemos sol y tenemos a Lola Flores, es que tenemos también al Lute que es el más malo de todos", aseguró el propio Eleuterio en una entrevista con Fundación CB en 2020.

    Sin embargo, la única historia que vale es la que escribió él mismo en 'Camina o revienta' (1977) y continuó en 'Mañana sere libre' (1979), ambas publicadas durante su tiempo en prisión. Y 'Camina o revienta' fue, por supuesto la historia que usó Vicente Aranda para su famosa película, a la que bautizó de la misma manera y quiso brindarle un enorme realismo tal y como explicó a El País con motivo del estreno de la película en 1987.

    He seguido la historia que cuenta el propio Lute, porque es trágico ver hasta qué punto hay poca documentación sobre él [Vicente Aranda, 1987]

    "No hay más que las noticias que en su momento dieron los periódicos, y en cambio él, a través de sus libros, hace una narración un tanto exhaustiva de lo que le sucedió, e incluso habla de su ambiente, su infancia, las relaciones con su mujer y todas esas cosas que te ayudan a entender una vida", aseguró el cineasta a El País explicando también lo que publicaron los medios de la época: "En el momento de la detención, un disparo de un policía produjo la muerte de una niña. Esto, en la época, fue utilizado de tal forma que aunque estaba clarísimo que no habían sido los autores de la muerte de la niña, la información oficial dejaba entender que los tres habían sido los autores indirectos de esa muerte. Se dio una imagen de ellos, presentándolos como unos delincuentes muy desalmados, muy brutales y muy sin escrúpulos".

    La obra que sirve como base y título para la película, 'Carmina o revienta', se publicó cuando Eleuterio Sánchez estaba en prisión, pero él comenzó a escribirla mucho antes. De hecho, según ha contado él mismo, al poco de emprender su segunda fuga, con la policía pisándole los talones. Herido en el pecho y en la pierna El Lute se estuvo escondido durante días en el colector general de Sevilla y en la oscuridad comenzó a escribir el que sería su primer libro como una especie de testamento, con el único deseo de contar la verdad de su historia y su paso por la cárcel.

    Pensé que eso era mi final y quería escribir un testamento para que un día, cuando fuera, porque lo más probable era que un guardia civil me pegara un tiro y le pusieran veinte medallas porque había quitado una mala hierba [Eleuterio Sánchez]

    "Yo estaba en el colector general de Sevilla con dos disparos, movilizaron tanta guardia civil por Sevilla, mi familia no me podía ayudar, las personas que podían hacerlo estaban siendo muy vigiladas y no tuve más remedio que meterme en un colector, en la cloaca de una gran ciudad como Sevilla", recuerda en su entrevista con Fundación CB. "Allí a la luz de un candil empecé a escribir, no un libro, ni mucho menos, yo no pensé que eso iba a terminar en un libro, sino una especie de testamento porque yo creí que me iba a morir, por las heridas y el sitio tan infecto, tan desagradable donde estaba. Pensé que eso era mi final y quería escribir un testamento para que un día, cuando fuera, porque lo más probable era que un guardia civil me pegara un tiro y le pusieran veinte medallas porque había quitado una mala hierba, pensé que alguien leería lo que le había pasado a este pobre hombre".

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