Fue la serie estrella de Netflix durante años, pero se vio empañada por una grave polémica y nadie le interesó su final

Produce cientos de series al año y ha estrenado miles de títulos a lo largo de sus años de trayectoria pero, aunque ahora es prácticamente imposible hacer un listado de las series más top de Netflix sin que se nos olvide alguna de las "gordas", durante un tiempo, al menos antes de su llegada a España y su expansión a lo grande por otros lugares del mundo, las ficciones originales de la plataforma de 'streaming' de la gran N se contaban con los dedos de una mano. Cuando pensamos en las series más destacadas de los primeros años de historia de Netflix no podemos olvidarnos de Orange is the New Black, Hemlock Grove, BoJack Horseman y, por supuesto, House of Cards, una de las más premiadas en su día pero que acabó saliendo por la puerta de atrás.

Estrenada en el año 2013, más de dos años antes de la llegada de la plataforma en nuestro país, House of Cards fue acogida con excelentes críticas por parte de público y crítica. Y no era para menos. La ficción estaba protagonizada por dos estrellas de la talla de Kevin Spacey y Robin Wright en la piel de un poderoso matrimonio: Frank Underwood, un político del partido demócrata con grandes ambiciones políticas, y no menos ambiciosa esposa y en ocasiones aliada Claire. El drama político, creado por Beau Willimon y basado en una miniserie homónima británica, abordaba la parte más oscura y despiadada de los entresijos de la política y el poder y en España la disfrutábamos de la mano de Movistar+.

Ya en su primera temporada, House of Cards, que se emitió por seis entregas entre 2013 y 2019, recibió nueve nominaciones en la 65 edición de los Premios Emmy, convirtiéndose en la primera serie de televisión solo en 'streaming' en competir en las categorías importantes. Aquel año se llevaría tres premios, incluyendo el que reconocía a David Fincher como Mejor director por su trabajo en el primer episodio, y con el paso de los años se llevaría cuatro más. Tanto la propia serie como sus protagonistas, Robin Wright y Kevin Spacey, fueron nominados cada año a excepción de la temporada final. En los Globos de Oro, ambos protagonistas llegaron a llevarse el premio a la categoría interpretativa máxima en diferentes ocasiones.

Al margen de los premios, House of Cards era una serie muy popular que contaba con una audiencia sólida. Sin embargo, ahora siempre será recordada como la serie que estaba protagonizando Kevin Spacey cuando salió a la luz la polémica que acabaría llevándole ante los tribunales por las acusaciones de abuso sexual que pesaban sobre él.

La primera acusación contra Kevin Spacey se produjo en octubre del año 2017, cuando el actor Anthony Rapp reveló en una entrevista haber sido víctima de acoso sexual por parte del veterano actor cuando tenía tan solo 14 años. Aunque la reacción del actor no tardó en llegar en forma de un comunicado en el que se declaraba abiertamente homosexual, decía no recordar el suceso y se disculpaba por su conducta inapropiada, nuevas acusaciones en su contra no tardaron en producirse: el director Tony Montana, el actor mexicano Roberto Cavazos, ocho miembros del equipo de House of Cards y la confirmación de una denuncia producida dentro de la serie de Netflix cinco años atrás.

Netflix no tardó en tomar cartas en el asunto rápidamente: Confirmó que la sexta temporada de la serie sería la última y despidió de forma fulminante al actor. Hollywood también le daría la espalda y, aunque a lo largo de los últimos cinco años ha habido actualizaciones en torno a toda la controversia que rodea a Spacey -el pasado mes de octubre era declarado no culpable por un jurado popular de las acusaciones de abuso sexual de Anthony Rapp y la pasada primavera acusado de cuatro nuevos delitos sexuales por los que será procesado-, House of Cards no solo ha caído en el olvido, sino que ha quedado completamente empañada por la polémica.

De hecho, a pesar de que se estrenó una sexta temporada final con el personaje de Robin Wright, Claire Underwood, como protagonista principal de la historia y dando a Frank, el personaje de Spacey, por muerto en circunstancias misteriosas, la recta final de la serie pasó completamente desapercibida en su día.