Hace mas de 20 años que la telerrealidad llego a nuestras vidas para quedarse. Desde entonces podríamos decir que lo hemos visto casi todo. Desde el -entonces- revolucionario formato Gran Hermano con el que comenzó todo y que se convirtió en un auténtico fenómeno global de la mano de sus ediciones en distintos países hasta concursos de cocina y supervivencia, 'dating shows' de diversa índole y mecánica, 'talents’ varios y un largo etcétera.
Desde el primer Gran Hermano emitido en el año 2000 ya se han estrenado un total de 18 ediciones en nuestro país y el formato se ha extendido a concursos con famosos, como el también popular Gran Hermano VIP, y otras variantes.
La hegemonía de GH es innegable, pero a lo largo de las dos ultimas de décadas son muchos los formatos de telerrealidad que se han convertido en auténticos pilares de sus respectivas cadenas. Operación Triunfo, Masterchef, Supervivientes o la más reciente La isla de las tentaciones son claros ejemplos de ello. Y el abanico de posibilidades es tan amplio que parece no acabarse nunca.
Sin embargo, telerrealidad y éxito no siempre van de la mano y de esto último también es fácil encontrar ejemplos. Uno de los primeros precisamente el de El Bus, el formato con el que Antena 3 quiso replicar el éxito que había tenido Gran Hermano en la cadena rival. Sin embargo, y prueba de ello es que la mayoría de gente ni lo recuerda, se quedó muy lejos de conseguirlo.
Si estás entre aquellos a los que acabamos de desbloquearle un recuerdo, te acordarás de que el formato era, a grandes rasgos, muy similar al que estaba imitando. Un grupo de concursantes desconocidos convivían en un mismo espacio durante aproximadamente tres meses y, semana a semana, se enfrentaban a las nominaciones y consecuentes expulsiones. Sin embargo, a diferencia de Gran Hermano, en el que la convivencia tendía lugar en una remota residencia repleta de cámaras, los concursantes de El Bus interactuaban en un autobús. Un autobús gigante de 15 metros y dos pisos, eso sí, que iba parando en diversas ciudades durante su recorrido Barcelona-Madrid.
El formato se planteó por la cadena de Atresmedia como un competidor a Gran Hermano, pero no se lo inventaron ellos, sino que se compraron los derechos a Endemol de De bus, un programa de telerrealidad holandés que se había emitido también en el 2000. El Bus estaba presentado por Inés Ballester y Liborio García y, como Gran Hermano, además de las galas, contaba con resúmenes diarios. Asimismo, también contó con su propio debate, aunque no durante todo el concurso. Primera señal de que las cosas no le estaban yendo tan bien como a Telecinco.
Durante aquellos 100 días fueron un total de 23 concursantes los que se subieron a aquel autobús. Comenzaron 9, pero cada semana, tras la expulsión, entraba un nuevo reserva. Curiosamente, la ganadora fue la única de todos ellos que logró estar desde el primer día al último en el concurso. Otra de las curiosidades de El Bus es que todos sus concursantes dormían en una misma cama gigante, que chateaban una hora al día y que en sus paradas en las distintas ciudades tenían que desarrollar diferentes trabajos. Y si te lo estás preguntando, no, no estaban todo el tiempo en marcha, sino que paraban durante días en los distintos lugares y se les habilitaba un pequeño patio en el que podían estar al aire libre.
En plena explosión de Gran Hermano, no es de extrañar que la gente recibiese El Bus con gran expectación, pero, aunque muchos lo recordamos sin demasiado esfuerzo, lo cierto es que el programa no funcionó según lo esperado y fue cancelado sin piedad tras una única edición.
A pesar de haber caído en el olvido y de que, al contrario que en Gran Hermano, a sus concursantes les duró poco la fama y rápidamente volvieron al anonimato, en 2020 algunos de ellos se reunieron en un reencuentro.