Todavía impactados por la repentina y absolutamente inesperada cancelación de 1899 en Netflix, los interrogantes sobre qué lleva a la plataforma de 'streaming' de la gran N a tomar tan tajantes decisiones sobre algunas de sus series llevan varios días multiplicándose. No es para menos. No será la primera vez ni la última que no alcanzar las cifras estimadas acaben con buenas series en el hoyo o al revés, ni tampoco que otras cuestiones más relacionadas con los equipos acaben derivando en finales precipitados. Sin embargo, con la nueva serie de los creadores de Dark nada parecía fallar.
Puede que no fuese fenómeno en la plataforma y muchos rápidamente aseveraron que no estaba a la altura de su predecesora, pero la realidad es que 1899 estuvo entre lo más popular de Netflix durante semanas, recogió críticas bastante buenas y fue objeto de un considerable debate en redes sociales. 1899 no había pasado desapercibida para nadie y su potencial para una segunda temporada coronado con un 'cliffhanger' monumental parecía garantizar su futuro en la plataforma. Finalmente, nada de eso ha pasado y de poco ha servido la intención de sus creadores, Baran bo Odar y Jantje Friese, de hacer como mínimo tres temporadas: 1899 ha sido cancelada y no va a regresar.
Netflix pasa de las buenas críticas y de la buena audiencia de '1899' y la cancela tras una temporadaEl inesperado movimiento de Netflix es un poco terremoto, puesto que ahora la renovación casi de cualquier título puede ser puesta en cuestión. Mientras, aunque los ejemplos sean distintos, no podemos evitar rememorar series maravillosas que en su día también se quedaron por el camino, como The OA, Sense8 o de la que venimos a hablar aquí: American Vandal, probablemente la serie más infravalorada de la plataforma.
De la cancelación de American Vandal en 2018 no queremos dirigir un dedo acusador hacia la plataforma. Quizá fuimos nosotros, los espectadores, los que no supimos apreciar su valor y finalmente acabó pasando un poco desapercibida en el catálogo. Os diré una cosa: No se lo merecía. Y otra: Me atrevería a decir que, desde entonces, Netflix no ha vuelto a producir algo tan original e ingenioso, quizá no para todos los públicos, pero, en definitiva, una auténtica joya.
Estrenada en 2017, American Vandal se trata de un 'mockumentary' -ficción presentada como si fuera un documental- que funcionaba como una inteligente y divertida parodia al subgénero documental 'true crime', presentando en cada temporada un misterio que dos investigadores resolvían poco a poco mediante testimonios, pruebas y todo tipo de documentos de archivo y audiovisuales, como si de una docuserie 'true crime' se tratase. Pero sin duda el puntazo de American Vandal era que su tono serio y elementos propios de cualquier investigación forma chocaba frontalmente con lo que investigaban: un montón de penes dibujados en los coches de los profesores de un instituto que habían terminado señalando a un culpable de forma injusta (primera temporada) y la intoxicación masiva de los estudiantes de un centro que había provocado una cagalera generalizada (segunda temporada).
Penes, caca y 'true crime' en una misma frase ya dan pistas de que estamos ante un producto de entretenimiento asegurado, pero American Vandal era mucho más. Además de conseguir plantear un misterio que atrape al espectador y resolverlo de forma inteligente, suponía una parodia excelente a las series y películas sobre crímenes reales al tiempo que plasmaba una realidad sobre las nuevas generaciones y la realidad de un instituto de secundaria que ya quisieran muchas.
Nada de esto fue pasado por alto por la crítica en su momento. De hecho American Vandal fue enormemente elogiada y cuenta nada menos con un 98% de críticas positivas en el portal Rotten Tomatoes, casi una puntuación perfecta. Sin embargo, muchos no la conocen. Desapercibida e infravalorada, American Vandal se terminó cuando tenía a su servicio una fórmula casi inagotable y es una de las mayores pérdidas de Netflix. Pero siempre nos quedarán las dos temporadas que están disponibles y al completo en la plataforma.