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    El chiringuito de Almería que se reinventó tras 'Pesadilla en la cocina': pasó de la carta de Chicote pero sigue abierto 10 años después
    Alicia P. Ferreirós
    Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

    Ahora rebautizado, el restaurante no oculta su nombre original ni su paso por el programa: ahora está libre de deudas y cuenta con casi 4 estrellas en Google con valoraciones en su mayoría positivas

    Atresmedia

    No muchos restaurantes que en su día pasaron por "chapa y pintura" en el famoso programa Pesadilla en la cocina, que lleva en el Top 10 de Netflix en nuestro país desde que hace unas semanas se pudo al completo en el catálogo, pueden presumir de estar abiertos a día de hoy, pero algunos de ellos pueden hacerlo por partida doble, puesto que fueron de los primeros en participar en el concurso hace ahora una década y sus más de 10 años de supervivencia solo puede significar una cosa: que lograron superar sus problemas.

    Es el caso de El chiringuito del Tío Matías, un clásico chiringuito de playa situado en la turística zona de Aguadulce, Almería, que hace tiempo que cambió su nombre, pero que sigue estando conducido por los mismos dueños. El restaurante playero ahora se llama El Cubano, pero sigue funcionando a todo gas y, afortunadamente, ha conseguido revertir la situación que hace una década les llevó a pedir ayuda al concurso para poder salir adelante.

    Así lo contaron ellos mismos cuando El chiringuito del Tío Matías, ya rebautizado, recibió de nuevo a Alberto Chicote dos años más tarde de haber sido uno de los locales escogidos para la segunda temporada del programa. Durante la visita del chef, el propietario, Pancho, le contó que las deudas se habían reducido en un 85% y que se habían realizado algunos cambios en la plantilla: Margot, la cocinera y uno de los principales problemas del negocio, se había machado poco después de la emisión del programa para la alegría de la mujer del dueño, pero no para él.

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    La visita de Alberto Chicote al chiringuito de Almería sirvió para despedir la segunda temporada del programa y se trató del primer local de este tipo que aparecía en el formato. Como siempre, su paso por el restaurante, con un nuevo tipo de negocio y un equipo con mucho que pulir, para el chef supuso todo un reto.

    La historia de El chiringuito del Tío Matías se remontaba diez años atrás en el tiempo, cuando Pancho vino de Cuba con la idea de emprender un negocio y mucha ilusión. De la mano de una cocinera rusa llamada Margot, Pancho puso en marcha el chiringuito, pero el éxito que experimentó el local en sus orígenes se fue deshinchando poco a poco. Además, la mala suerte en otros negocios del propietario acabaron generando deudas y la presión por reflotar el negocio se convirtió en el detonante de una tensión constante.

    Desde el primer momento en que Chicote probaba la comida y entraba en la cocina supo identificar, como mínimo, uno de los problemas: la cocinera no prueba los platos porque es "alérgica a la sal", no soporta ver carne poco hecha y bebe para aguantar mejor el servicio, mientras que el olor a aceite es insoportable y hay mucha suciedad. Además, su sorpresa era mayúscula al saber que los platos y la vajilla se tiraban a la basura para ahorrar espacio, pero que luego se sacaban para ver cuáles tenían un segundo uso y se volvían a fregar.

    Afortunadamente, tras algunos momentos de tensión absoluta y cabezonería, el paso de Alberto Chicote daría sus frutos, con una carta nueva, un equipo más motivado y abierto a los cambios y la remodelación del local. No obstante, el propio Chicote descubriría dos años más tarde que la carta que diseñó para ellos brillaba por su ausencia.

    Nueve años después, El Cubano fue uno de los restaurantes elegidos para la visita del youtuber Pablo Cabezali para su canal Cenando con Pablo, que aprovechó para recordar cuáles eran los problemas del negocio en el pasado para poder valorar cómo había cambiado en el presente. De nuevo, el creador de contenido pudo constatar que apenas un par de platos de Chicote seguían en la carta, y el propio dueño del restaurante se lo confesó: "Chicote se equivocó". Según explicó Liz, la mujer del dueño, la carta cambia de un año a otro para que la gente no se aburra y se explicaron algunos detalles detrás de las cámaras, como lo relacionado con la limpieza, que fue una petición del programa.

    Sobre la marcha de Margot, la cocinera, Pancho explicó que un día tuvo que echarla porque le presentó un ultimátum, pero que tienen buena relación, que ahora no bebe y que "ha cambiado": "Esa mujer enferma venía a trabajar. El dolía una pierna y se ponía en una silla a trabajar. Le daba lo mismo irse a las cinco de la tarde que si había faena por la noche se quedaba de corrido, no le importaba. La vida la va poniendo en su sitio. Siempre he dicho que no puedo meterme en la vida privada de nadie. Ocho años estuvo con nosotros".

    Aún abierto, el chiringuito El Cubano no oculta su nombre antiguo en Google, donde acumula casi 4 estrellas y, en su mayoría, buenas valoraciones recientes que destacan lo ideal de su emplazamiento y como un buen sitio para comer en la playa.

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