Al principio de la serie Días felices, que se emitió a mediados de los años 70, la familia Cunningham tenía tres hijos: Richie, Joanie y Chuck. Sin embargo la serie se centraba en el primero de ellos, y Chuck no tuvo prácticamente ningún desarrollo argumental. El personaje aparecía jugando a baloncesto durante las dos primeras temporadas, y de un día para otro simplemente desapareció. Para justificarlo, la serie dio la excusa de que había ido a estudiar fuera... pero pronto los padres de los Cunningham empezaron a decir que solo tenían dos hijos. Y así es como Chuck Cunningham dio nombre a un efecto televisivo: cuando los personajes se van de una serie y nunca jamás nadie vuelve a hablar de ellos.
El efecto Penny
Pasó, por ejemplo, en Cómo conocí a vuestra madre con Heather, la hermana de Ted Mosby, que quería mudarse a Nueva York y lo consiguió... solo para que nadie volviera a hablar de ella nunca. O, sin ir más lejos, con Judy Winslow, que apareció durante cuatro temporadas de Cosas de casa y desapareció para siempre sin mayor explicación (aunque Jaimee Foxworth, la actriz, fue noticia hace unos años por acabar en el mundo del porno). Aunque ahora les costaría mucho más hacerlo, en su día, con la emisión semanal y nadie analizando cada episodio con lupa, eran conscientes de que nadie se iba a preguntar qué había pasado con la pequeña de los Winslow.
En menor medida, también lo hicieron en The Big Bang Theory, aunque en este caso ni siquiera llegamos a conocer al personaje. En la primera temporada, Penny menciona que tiene una hermana, lo que normalmente en las series es una manera de presentarnos una trama futura... pero nunca más supimos de ella. De hecho, ni siquiera asistió a su boda, y no son pocos los fans que se preguntan qué demonios pasó con ella.
Lo cierto es que solo se utilizó como recurso cómico que sí aparece aquí y allá en la serie en diferentes frases: Lisa disparó a su marido estando casada, rompió aguas en el baile con su padre durante su boda, trató de hacer un afeitado brasileño a Penny con cinta y pintura de cera... ¡Y no es el único personaje que jamás conocimos! Ni siquiera sabemos los nombres de los hermanos de Raj o de Bernadette, así que, dentro de lo que cabe, la imaginaria Lisa se puede sentir una privilegiada.