Los desnudos femeninos en las series de HBO han sido -y siguen siendo- objeto de polémica en numerosas ocasiones. De hecho, este tema en cuestión acaba de convertirse en la diana de los dardos de un reciente artículo publicado por Sezin Koehler en 'The Society Pages' en relación con la editorial del Washington Post en la que la crítico Ann Hornaday señalaba a "la monocultura sexista de Hollywood" como responsable de las acciones como responsable del tiroteo en la región de Isla Vista. En el artículo, Koehler señala que los desnudos frontales de series como True Blood, Hung o Juego de tronos contribuyen a un clima en el que las mujeres son mostradas como objetos para la satisfacción sexual de los hombres.
Koehler argumenta su opinión en el escrito con numerosas referencias y ejemplos concretos de las tres series, haciendo especial hincapié en la diferencia con la que se tratan los desnudos masculinos y los desnudos femeninos. "Mientras hay docenas de ejemplos de desnudos femeninos frontales en True Blood, desde protagonistas hasta extras, sólo hay dos casos de desnudos masculinos frontales", explica la colaboradora de 'The Society Pages'. quien señala además que lo mismo ocurre en Juego de Tronos, donde sólo ha habido un desnudo frontal masculino hasta la fecha: "Como siempre, las mujeres son mostradas desnudas en la mayoría de episodios de Juego de tronos, incluso cuando sus compañeros sexuales no lo están".
Para Koehler, la ya finalizada Hung, es también un gran ejemplo para su artículo, ya que en ella, a pesar de su título y premisa principal, el pene de Ray (Thomas Jane) sólo es mostrado parcialmente, mientras que sus compañeras sexuales aparecen completamente desnudas por norma general: "Incluso cuando una serie gira en torno a la cosificación de un hombre y sus genitales, siguen siendo las mujeres las que son tratadas como objetos sexuales".
"La desnudez de las mujeres no tiene que ver con la trama, tiene que ver con tratar a las mujeres como objetos y a los hombres como seres humanos. El problema sistémico. Los cuerpos de las mujeres existen en muchos de los variados mundos de HBO para servir a los hombres, devolviéndonos a una cultura de derechos masculina que, en el caso de Rodger al menos, condujo directamente a la violencia", sentencia la colaboradora y escritora al final del artículo. Numerosos comentarios, favor y en contra, no se han hecho esperar.