"Sabía qué papel iba a interpretar y estaba muy emocionado por ello. Había leído el cómic antes y lo devoré justo antes de la audición. La mejor parte de la audición fue que era una situación muy amistosa. Frank Darabont fue muy amigable y todo el tiempo Sharon Bialy y Sherry Thomas [los directores de casting] fueron buenos conmigo. [...] Sharon Bialy literalmente arrasó al darme las réplicas. Fue un queso duro de roer para mí, de una manera genial, porque me quitó el nerviosismo".
"Sentí que iba a ser algo interesante que me gustaría ver. Les pedí ser cualquier cosa, incluso algo para un sólo día. Hice una prueba para los diálogos de Merle. Me habían dicho que Michael Rooker ya había sido escogido y pensé que quizás él no podía hacerlo o había dicho que no por alguna razón. Lo leí y volví a Nueva York después de la temporada de pilotos y recibí una llamada para volver a hacer una prueba. Llegué y leí otras línes de Merle [...] Cuando dejé las oficinas de Nueva York, estaba andando por Chinatown y Frank me llamó para decirme que habían creado un personaje para mí. ¡Me puse a hacer piruetas en Chinatown! Fue un sueño".