"Estaba en Retired at 35 y quería hacer más darama, así que le dije a mi agente que me sacase de los papeles de comedia y The Walking Dead fue el primer papel dramático para el que audicioné. No sabía nada sobre el personaje pero pude adivinar cuál era. Me dieron unos muñecos falsos y una historia de fondo. Para Eugene, le dieron una presentación científica con una mujer que era su compañera, ellos discutían y él le confesaba su amor. Tenía un mohawk en aquel momento y me daba miedo tenerlo en la serie. Me volvieron a llamar [...] en mi escena estaba en una reunión del instituto presumiendo delante del capitán de fútbol y su esposa animadora sobre lo inteligente que era, cuánto dinero tenía y cómo conseguir la puntuación más alta en un videojuego de Xbox. El proceso duró tres o cuatro semanas. Nunca pensé que lo conseguiría".
"Después de que cancelasen Southland, leí el piloto de Frank Darabont y quería ser parte de ello. [...] Me llamaron y dijeron que había un papel para mí y que si quería hacer la prueba. Tenía que hacer un monólogo sobre un chico que se había parado delante de la casa de un amigo al que no conocía muy bien y tenía que robarle el coche para ir al desierto. [...] El monólogo comenzaba con lo que dicen en los cómics: "hijo de p*** inteligente, hijo de p*** estúpido". Ahí comencé a unir las piezas para saber qué personaje estaba interpretando. Conocía a Sharon Bialy [directora de casting] desde la universidad y me dejó hacer la audición en cinta. Lo envió a AMC y me dijeron que yo era demasiado reconocible. Una de las claves de la serie es que los actores no están conectados con nada más. Dos semanas después, me llamaron y dijeron que me querían. Le encanté a Scott Gimple [showrunner] y pensó que yo era Abraham. El resto es historia".