8. Sur de España
Hace algo más de dos años, todos los seguidores de Juego de Tronos giraban su vista al sur de España. Andalucía se convertía en escenario principal de la serie, que se adentraba en un nuevo reino: Dorne.
En la quinta temporada de la ficción, el Alcázar de Sevilla –en la ficción, los Jardines del Agua- fue una de las localizaciones más reconocibles de la serie basada en las novelas de R.R. Martin. No hay que irse muy lejos para encontrar la plaza de toros de Osuna, en la misma provincia, que hizo las veces de Arena de Meereen desde la que Daenerys despega como cierre de uno de los episodios. También son sevillanas las Atarazanas Reales, escenario de las catacumbas de la Fortaleza Roja, y el conjunto arqueológico de Itálica, en el que tiene lugar la reunión donde los bandos Lannister y Targaryen debaten una posible unión frente al Rey de la Noche en la séptima temporada.
Seguimos en Andalucía: Córdoba también ha sido un paraje recurrente para los localizadores de Juego de Tronos, que han usado su puente romano para representar parte de Volantis; cerca, en Almodóvar del Río, eligieron colocar Altojardín en su breve aparición durante la última tanda de episodios.
Otra provincia que cuenta con un trocito de Poniente es Almería: en su Alcazaba se recreó Lanza del Sol, capital de Dorne y escenario habitual de personajes como Oberyn Martell.
Subiendo de nuevo al centro peninsular damos con Malpartida, en Cáceres, escenario de la cruenta batalla entre el ejército Lannister y los dragones de Daenerys en la temporada siete. La Plaza de Santa María, en el centro histórico de la ciudad extremeña, sirve para ambientar Desembarco del Rey como lo hicieron antes ciudades como Dubrovnik. No acaba ahí: la visita cacereña fue productiva, y otro de sus rincones, cercano a la Plaza de San Mateo, se transformó en Antigua durante la apresurada huida de Eli y Sam.