2. Los rastros de Once
En la primera aparición de Once, un paneo nos muestra su vestimenta al completo: una bata, similar a la de los hospitales, a la que le faltan varios trozos. No es un detalle en el que te fijes a primera vista, pero sí es algo a tener en cuenta si eres director de arte. Lo comprobamos en el segundo episodio cuando, durante la búsqueda de Will, Hopper encuentra y examina un trozo de tela exacto al que Once ha perdido por el camino.
3. La goma azul
La pérdida que sufre Hopper en el pasado es algo que nos ha marcado y se sitúa como uno de los momentos más lacrimógenos de la serie.
A pesar de su aspecto de tipo duro, el policía empatiza con el personaje de Joyce y su búsqueda, y recuerda a su hija en cada momento. No lo verbaliza, pero lo podemos comprobar en un detalle: la goma azul que lleva en su muñeca es la misma que luce la niña en la primera aparición, y él la usa como pulsera cuando la pequeña pierde el pelo debido a la quimioterapia.
Parece hilar muy fino, pero David Harbor lo comentó en su día durante una entrevista en Young Folks.
La pulsera azul en mi muñeca derecha es una de las gomas de pelo de mi hija, que lleva en el flashback en el parque. En la primera escena de la serie, cuando él se despierta, la toca. De hecho, es la primera cosa que toca cada día, para asegurarse de que siempre la recordará.