7. El chico que tenía parásitos en su cerebro
Archer, el hermano de Addison, es uno de los protagonistas del crossover de varios episodios que cruzó Anatomía de Grey (quinta temporada) con su 'spin-off'' Sin cita previa (segunda temporada) en 2009. Archer comienza a tener convulsiones y, aunque al principio piensan que puede tratarse de un tumor, se dan cuenta de que las convulsiones están siendo causadas por la presencia de parásitos en el cerebro. Por suerte, Derek encuentra la forma de operar al hermano de su ex mujer con éxito. Esto es algo que puede ocurrir en la realidad, aunque es más frecuente en países en vías de desarrollo. La afección es conocida como Cisticercosis y está causada por comer alimentos contaminados por el parásito Taenia . "Si comes huevos infectados, estos eclosionan y pueden migrar a varias partes de tu cuerpo, cerebro incluido".
8. El hombre "decapitado" que sigue con vida
En la cuarta temorada de Anatomía de Grey, un hombre es forzado a elegir entre la vida y la muerte después de que un accidente de tráfico haya separado su craneo de su espina dorsal. Solo carne y músculos hacián que su cabeza siguiese pegada al cuerpo. En la serie, el hombre, que sólo puede comunicarse a través de pestañeos, decide terminar con su vida. En la vida real hay un caso parecido. El de un niño de nueve años que llegó al hospital con el craneo separado de la columna tras un accidente. Sin embargo, los médicos pudieron volver a unir el cuello y la cabeza del niño mediante una placa de metal y titanio. De hecho, sólo le llevó tres meses recuperar su vida normal.