
Michonne tenía una relación con Mike, fruto de la cual había nacido Andre. Vivían en un lujoso loft en Atlanta y tenían gustos refinados, como el arte. Los tres consiguieron refugiarse cuando se produjo el apocalipsis, pero, un día, estando completamente drogados, un caminante llegó y les atacó. Andre murió y Mike y un amigo fueron mordidos. Así se convirtieron en las mascotas zombi de Michonne.