Paul, más conocido como Jesús, no tuvo una vida muy fácil. Creció en un orfanato de Virginia, rodeado de chicos de su edad. A pesar de que siempre ha convivido con gente, solía tener problemas para establecer relaciones con otras personas.
A medida que se hacía mayor, comenzaron a llamarle Jesús por su parecido a la figura religiosa. Entrenó duramente y terminó convirtiéndose en un experto en artes marciales. Además de la habilidad de combatir cuerpo a cuerpo, es un carterista experimentado.