Por su ingenio para salir de todos los líos
No han sido pocos los problemas a los que se ha enfrentado el grupo de supervivientes. Ocho temporadas han dado para mucho, pero también para solucionar algunos asuntos de las maneras más locas.
Por ello, hemos visto a los protagonistas camuflarse ante una horda de caminantes cubriéndose de tripas y sangre. Y, en otras ocasiones, les hemos visto tomar decisiones radicales para poder salvarse, como aquella vez en que Rick, sin pestañear, tuvo que amputarle la pierna a Hershel de un hachazo.
Porque nadie mata a los caminantes con tanto estilo
En The Walking Dead hemos visto formas y formas de matar a los caminantes. Muchas nos han llamado definitivamente la atención, como aquella vez que Glenn (Steven Yeun) se salvó matando a uno de los zombis al clavarle un hueso del mismo. Sin embargo, a base de práctica, Rick se ha hecho con un ‘saber hacer’ digno de elogiar.
El protagonista ha aprendido a manejarse bien con los cuchillos pero, del mismo modo, ha ido mucho más allá al acabar con una horda de caminantes gracias a la ayuda de Michonne (Danai Gurira) y de un 'cable decapitador'. Aunque, sin ir más lejos, todos recordamos la escena de la última temporada en que acabó con Winslow, el caminante armado de los chatarreros.
Porque nunca deja a los suyos atrás
Con el paso del tiempo, Rick se ha ido convirtiendo en un hombre al que le cuesta confiar en los demás. Ahora, aquellos que llegan nuevos a su vida, contarán desde un primer momento con el recelo del protagonista, que ha sufrido lo bastante como para aprender a mantenerse alerta. Sin embargo, hay algo que no va a cambiar en él: el amor hacia su gente. Aquellos que han conseguido formar parte de su familia se convertirán en el motor que mueve al líder de Alexandría, y así lo ha demostrado en numerosas ocasiones, jugándose la vida para mantener al grupo a salvo.