Fueron cinco años de litigios, pero contra todo pronóstico España consiguió recuperar el tesoro hundido de la fragata Mercedes a los todopoderosos estadounidenses. En 2012 la empresa cazatesoros estadounidense Odissey tuvo que devolver las 17 toneladas de monedas de oro robadas de un pecio español. Esta increíble historia fue recogida por Paco Roca y uno de los diplomáticos que participaron en la operación, Guillermo Corral, y así nació el cómic El Tesoro del Cisne Negro.
Hoy esta aventura de ladrones arqueólogos acaba de llegar a la pantalla de la mano del director Alejandro Amenábar en la serie La Fortuna. Te damos las claves de la historia real tras la serie que ya está disponible en Movistar + se estrenó en el Festival de San Sebastián
Aunque el director de la serie Alejandro Amenábar recalca en una entrevista con SensaCine que su serie se ha basado en el cómic que inspiró la historia. Aunque según explica el director de la serie, Alejandro Amenábar:
"La serie está basada en el cómic y ese fue nuestro punto de referencia. Quisimos distanciarnos de los sucesos reales para que no nos limitara el concepto de aventura y poder desarrollar libremente los personajes y no tener que andar con complicaciones jurídicas. Hemos cambiado muy voluntariamente fechas, nombres personajes y parte de la historia para que no nos asocien a ningún hecho concreto.
Pero la coautoría del cómic del diplomático Guillermo del Corral, que lideró la operación, evidencia que la historia que están contando es la de La Mercedes y el caso Odyssey.
Dos atracos históricos
El primer atraco, lo cometieron los ingleses. Fue en 1804 y a traición. A bordo de la nave viajaban 275 personas, la mayoría civiles, también mujeres y niños, que volvían de América. Solo pudieron sobrevivir 80, heridos, según el diario de navegación del barco, a quienes detuvieron y trasladaron a Inglaterra. Al amanecer del 5 de octubre, cuando tras dos meses de travesía la fragata a la altura del Cabo Santa María, estaba solo a un día de llegar a puerto, un grupo de barcos de guerra ingleses les estaban esperando para llevarse la carga.
Navegaban en otra flotilla con otras las fragatas Medea, Fama y Santa Clara, pero el ataque se centraron en La Mercedes, uno de los cañonazos fue a impactar el depósito de pólvora de la nave, que saltó por los aires y la sepultó a 1.000 metros de profundidad. Fue en pleno periodo de paz, hacía apenas dos años que los ingleses y españoles habían firmado la paz de Amiens, por lo que el asalto de los ingleses sólo podía interpretarse como un atraco a mano armada.
La Mercedes venía cargada de monedas de plata, lingotes de oro, cañones, y telas de vicuña, quina y canela procedentes de Perú. Y el segundo atraco fue dos siglos después. La empresa de cazatesoros Odyssey Marine Exploration (OME), la mayor organización mundial dedicada a la búsqueda y captura de tesoros submarinos que cotiza en el Nasdaq, extrajo del lecho marino el mayor conjunto de monedas jamás encontrado; 17 toneladas de plata acuñadas en 594.000 monedas que se embalaron en 2.800 cajas metálicas.
Estas monedas, de 8 reales cada una, con un puñado de escudos de oro, también hallado en el pecio, se tasaban en 385 millones de euros. Habían llegado hasta la Mercedes gracias a los archivos de Indias, de Simancas, de Marina, Histórico Nacional. Contrataron a varios investigadores locales que realizaron una lista de hasta 30 pecios, todos ellos con cargamento valioso hundido en la zona transitada por los buques de La Carrera de Indias, el mayor fue La Mercedes.
La extracción se hizo con la mayor tecnología del momento y estableciendo la base de operaciones en Gibraltar, terrirotio inglés, con la excusa de que estaban buscando un barco inglés. De hecho cuando Odyssey anunció el hallazgo dieron un nombre en clave al barco hallado, El Cisne Negro, y aseguraron que no lograban identificar el pecio. Ese nombre es el que usaron en el cómic que ilustra la historia Paco Roca y el diplomático que lideró la operación, Guillermo Corral.
Pero los tribunales en este caso, tras numerosas idas y venidas desde 2007 hasta 2012 fallaron a favor de España. El Gobierno había contratado a un bufete de Wahington que había conseguido dos victorias previas con barcos hundidos para España. Se trataba del bufete "Covington & Burling" de Washington D.C. que, en 1998, había defendido con éxito a nuestro país en la disputa por el pecio de las fragatas Juno y Galga, hundidas frente a las costas de Virginia, la primera a principios del siglo XIX y la segunda en el siglo XVIII.
La sentencia de las fragatas Galga y Juno, adjudicando la propiedad al estado español debido a que las dos fragatas eran buques de estado y por tanto gozaban de inmunidad soberana, sentó un precedente importante que benefició los intereses españoles.
Y a pesar de que en 2012 en dos aviones Hércules del ejército español viajó gran parte del cargamente de la Mercedes -hoy en el Museo de arqueología marina de Cartagena-, Odyssey trató de ocultar a España parte del tesoro escondido en Gibraltar valorado en 140.000 euros, que tuvo que ser entregado meses después.
En el caso de la Mercedes, fue determinante en el juicio la carta que el capitán Diego de Alvear dejó en la que relataba el hundimiento del barco en el que viajaban siete de sus hijos y su mujer, y en el que explicaba que no se trabaja de un buque de guerra, sino de un barco civil.
Toda la historia de la Mercedes se recuperó poco después en una exposición en El Museo Naval de Madrid, cuyos comisarios aseguran en la documentación de la exposición que este caso ha permitido poner en valor el patrimonio hundido español.
"Durante siglos, muchos buques españoles hundidos han sido pasto de usurpadores y cazadores de tesoros que se han aprovechado de sus riquezas, ante la indiferencia de muchos gobiernos de turno. La mayor victoria y la mejor noticia es que no parece probable que esto vuelva a suceder con la impunidad de ocasiones anteriores. Este caso, junto con Juno y Galga, ha despertado una conciencia nacional que demuestran que el patrimonio Histórico Español, puede ser defendido y protegido por nosotros mismos", concluye el texto.