¿Qué harías si descubres que tu pareja tiene una aventura con otra persona? ¿Y si la acusan de violación? ¿Y si resulta que perteneceis a la élite política y todo lo que estás pasando está en el ojo público? Esas son las tres líneas en las que se sustenta Anatomía de un escándalo, un thriller psicológico y legal que está arrasando en Netflix tras su estreno el pasado 15 de abril. Se compone de seis episodios en los que el privilegio, la verdad y el consentimiento juegan un papel clave.
La trama llama la atención al primer vistazo. James Whitehouse (Rupert Friend) es un miembro del parlamento británico que mantiene una relación extramatrimonial que sale a la luz, sacudiendo por completo su vida. Pero no es lo único que llega a la esfera pública. Whitehouse es acusado de violación. Su esposa Sophie (Sienna Miller) permanece a su lado, convencida de que es inocente y aguantando el chaparrón mediático. A pesar de lo extravagante del caso, es algo que podríamos ver cualquier día en la portada de los periódicos, pero, ¿hay algo de verdad en la serie de Netflix?
Anatomía de un escándalo se basa en un libro de mismo nombre escrito por Sarah Vaughan y, a priori, no es una historia real, aunque al desarrollarla para la plataforma de 'streaming' los creadores han recurrido a figuras que existen en la realidad. "Estos son personajes ficticios", asegura S.J. Clarkson, directora de la serie a Town & Country, "pero eso no quiere decir que no haya áreas que a veces se cruzan con el mundo real". Aunque no se inspiran en un personaje en concreto, la creadora Melissa James Gibson asegura que los personajes son resultado de un "estudio de comportamiento y psicología". Se fijaron en personas similares a los protagonistas y descubrieron que lo que tienen en común es que "piensan que las reglas, personal o profesionalmente, no se aplican a ellos".
Una adictiva miniserie sobre la élite está arrasando en Netflix y puedes verla en solo 4 horasUn retrato muy preciso de la justicia británica
Aunque los personajes no representan a ninguna persona real, la serie sí se ha esforzado en crear un ambiente judicial lo más cercano posible a la realidad. En ello ha tenido mucho que ver la autora del libro, puesto que Vaughan trabajó como corresponsal política en Reino Unido durante los escándalos del #MeToo. Es decir, conoce de primera mano lo que se cuece en los tribunales y cómo son en la vida real los miembros del parlamento.
De ahí que haya detalles tan precisos como las pelucas. Los abogados y jueces británicos llevan este elemento de vestir desde el siglo XVII, al igual que las capas, que se remontan al siglo XIV. Es una tradición tan implantada que no llevarlo se considera un insulto al sistema judicial. Otro detalle que demuestra su exactitud es cómo los jueces establecen respeto apelando a los implicados con un simple "Señorita Regan" o "Señorita Woodcraft" en lugar de pedir "orden en la sala" como sucede en las películas americanas.
Captando la esencia a través de los periódicos
En series así, la documentación y preparación previa lo es todo. La guionista y creadora Melissa James Gibson intentó sumergirse en el mundo de poder corrupto que presenta la serie a través de los periódicos. "Leí tanto el Daily Mail como el Mirror y traté de absorber su amplitud. Lo que fue interesante para mí como extranjera fue ver qué papel juega la clase en la cultura y [en Gran Bretaña] siempre lo ha hecho de una manera que no es exactamente igual [a Estados Unidos]. Parece mucho más una entidad fija. Si naces en cierta parte de la sociedad, las oportunidades se te cierran. Por eso fue importante no adaptar la historia y trasladarla a los EE. UU., perdería gran parte de su riqueza", asegura James.
Por supuesto, contaron con expertos legales que les ayudaron a que todo tuviese su parte de verdad. "Queríamos que se sintiera creíble", señala la directora S.J. Clarkson antes de añadir que también se basó en su propia vida para realizar las estridentes escenas de la fiesta universitaria. "Fui a algunas fiestas en los años 90, así que eso fue útil".
Anatomía de un escándalo le ha arrebatado el primer puesto a Élite en apenas una semana. Nacida de las mentes de dos reputadas figuras de la televisión como son Melissa James Gibson (House of Cards) y David E. Kelley (Big Little Lies), la serie cuenta con un reparto encabezado por una genial Sienna Miller en el papel de Sophie, la esposa del ministro; Rupert Friend como James Whitehouse y Michelle Dockery dando vida a la abogada Kate Woodcroft.
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