Desde que, hace ya más de un lustro, supimos de las primeras intenciones de hacer una serie ambientada en el universo de El Señor de los Anillos, tuvimos claro que, si un proyecto de estas características llegaba algún día a materializarse, lo haría como una de las más grandes producciones televisivas de la historia. Y lo ha hecho de la mano de Amazon Studios para la plataforma de 'streaming' Prime Video, tras un largo proceso creativo en distintas fases en el que los valientes 'showrunners' J.D. Payne y Patrick McKay han acometido la ambiciosa tarea con el reto de estar a la altura de una de las obras de fantasía más célebres, famosas y queridas de todos los tiempos.
La expectación ante El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder ha sido equiparable a algunos de los grandes eventos televisivos de todos los tiempos y ahora, a apenas 20 días de su debut con un doble episodio de estreno que nos ha hecho quitarnos el sombrero, lo sigue siendo. Todos queremos saber si el hombre misterioso que cayó del cielo es Gandalf, vemos a Sauron por todas partes y disfrutamos de la convivencia entre elementos nuevos y otros más antiguos directamente sacados la mitología de Tolkien.
A la serie de Amazon, que ya tiene garantizada una segunda temporada, todavía le queda mucho por ofrecer, pero de momento, a nivel de historia, parece que el reto de abordar la desconocida Segunda Edad ha sido completado con éxito. También a nivel visual, con una impresionante producción en la que Amazon Studios se ha dejado la piel, ha contado con los mejores medios y profesionales que tenía a su alcance y ha invertido un presupuesto de auténtico récord.
Con una inversión de más de 700 millones de dólares en la producción de su primera temporada, El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder ya tiene el récord de ser la serie más cara de la historia, pero ni todo el dinero del mundo la ha librado de haber albergado su primer gran despiste en el cuarto episodio: 'La gran ola' (1x04).
Como muy acertadamente han señalado desde el sitio web Espinof, el cuarto capítulo de la primera temporada de la serie alberga un notable gazapo en su minuto 14, cuando Arondir (Ismael Cruz Cordova) es llevado por los orcos ante su líder: Adar.
Como puedes ver en el fotograma sobre estas líneas, las orejas de Arondir lucen de forma desigual: mientras una de ellas es puntiaguda como las orejas de los elfos, la otra es completamente normal. Un error sin importancia pero al mismo tiempo tan poco probable que no deja de llamar la atención que se le haya pasado por alto a la producción más ambiciosa de la historia.
El detalle sobre las orejas de Arondir no se mantiene a lo largo de todo el capítulo y volvemos a verle con sus orejas de elfo en escenas posteriores pero, por lo que fuera, la fase de postproducción que cuidó con mimo cada absoluto detalle pasó por alto esta cosa tan simple. De momento, el error sigue siendo visible, aunque no sería extraño que Amazon lo solucionase para no dejar rastro de su pequeño gazapo para la posteridad.
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