En 1997, Daniel Day-Lewis se hartó de ser actor y se marchó a Florencia a seguir su verdadera pasión: aprender a ser zapatero de manos de Stephano Berner, uno de los mejores en su profesión del mundo. Desde entonces ha hecho seis películas y solo baja de su pueblo irlandés perdido entre las montañas cuando le ofrecen un proyecto como Gangs of New York, Pozos de Ambición o El hilo invisible. Y eso hace que nos preguntemos... ¿Y si otros famosos tuvieran que dejar su vida y dedicarse a curros mundanos?
¿Quiere bolsa y una acrobacia mortal?
¿Aguantaría Tom Cruise la presión de ser un simple cajero del Mercadona sin saltar el mostrador y echar a correr al pasillo de los congelados? ¿Sabría Will Smith llevarse bien con la informática a la hora de catalogar los vestidos nuevos que han llegado a la tienda? MidJourney, de la mano del usuario GremlinBobby, ha conceptualizado la vida mundana que jamás tendrán las estrellas (a no ser que hagan un Daniel Day-Lewis).
Sin embargo, sí que es fácil imaginarse a Robert Pattinson diciendo "Bueno, yo por mí ya estaría" y marcharse a trabajar a un supermercado a reponer guisantes y garbanzos pensando que ahora es mucho más feliz. Y con Joaquin Phoenix, tres cuartos de lo mismo. Decía Harrison Ford que lo que más añora de su vida es volver a ser anónimo. ¿Quién nos dice que a Leonado DiCaprio no le pasa exactamente lo mismo?
Sabiendo, de todas formas, que ninguno de estos famosos va a prescindir de las alfombras rojas, el cariño de la gente y los millones, todo queda en el terreno de la ciencia-ficción. Eh, inteligencia artificial, gracias por este hueco a un universo alternativo.