Se suele creer que Disney y el terror son dos elementos imposibles de unir, pero lo cierto es que desde 1929, cuando Mickey Mouse protagonizó La casa encantada, un cortometraje repleto de momentos terroríficos... y ese mismo año se estrenó el mítico corto El baile de los esqueletos. Si los dibujos del estudio empezaron dándonos miedo, ¿por qué nos hemos empeñado en que es imposible ver una película de Disney o Pixar que de un poquito de canguele?
Miedo, terror, Disney
Disney ha coqueteado mucho con el terror infantil en los últimos años. Por ejemplo, Gravity Falls tenía episodios que entraban directamente en el terror, y el reboot de Pesadillas pretende ser el retorno a una época en la que los niños tenían permitido sentir miedo viendo producciones de la empresa. Puede que la nueva princesa no vaya a ser una zombie, pero podemos imaginar.
Es el caso de Jeffrey Thomas, que ha creado para DeviantArt nuevos diseños para las princesas de toda la vida: Cenicienta saliendo de una calabaza con cara de trapo, Bella preparada para luchar junto a Bestia o Blancanieves poseyendo a los enanitos. Por supuesto, lo más parecido que vamos a tener en el cine a una ruptura de la norma es Ralph Rompe Internet, pero uno puede soñar, al fin y al cabo.
El último gran ejemplo de terror de la empresa estrenado en cine fue el de Mickey y su cerebro en apuros, un cortometraje de 1995 que se estrenó en Europa delante de Goofy e hijo. ¿Es posible que Disney deje de estar tan acartonada y en algún momento nos muestre otro intento de innovar en el género?