El cine ha mantenido una fuerte relación con la música desde sus inicios, empezando por las producciones mudas que tenían que recurrir a la banda sonora para animar la trama. Por eso, después de recomendaros las mejores películas y series de 2018, nos ponemos manos a la obra para rescatar los mejores álbumes.
En lo que llevamos de año hemos escuchado grandes discos dentro y fuera de la gran pantalla, desde los temas de Nacho Vegas, hasta reapariciones que parecían imposibles de recuperar como es el caso de John Coltrane o el gran 'soundtrack' de Black Panther.
30. SOPHIE - 'Oil Of Every Pearl’s Un-Insides'
¿Puede la electrónica de autor, siempre tan exigente y abigarrada, ser además un zarpazo pop que te arañe las emociones más primarias? Sophie Xeon así lo demuestra en este disco pensado para las dancefloor que habitan en los intestinos.
29. ARCTIC MONKEYS - 'Tranquility Base Hotel Casino'
“Es como tomarse un Martini en la luna” escribía Ramon Súrio en Rockdelux, sobre el último disco de Arctic Monkeys. Se difuminaron los zarpazos pop y los magnéticos riffs rock para adentrarse en un lounge lynchiano, sensual y sedoso a partes iguales. Perderán y ganaran fans, por igual. Pero quien no cambia, no crece.
28. EZRA FURMAN - 'Transangelic Exodus'
Los críticos dicen que Furman es el último genio del “avant-retro-pop” (sea eso lo que sea). Ni idea. Nosotros lo que encontramos en Transangelic Exodus es un puñado de buenas canciones talladas en rabia, tristeza y mucho dolor. Baladas a gritos no exentas de movimientos de cádera.
27. STEPHEN MALKMUS AND THE JICKS – 'Sparkle Hard'
Con 52 años en la mochila, el ex Pavement Stephen Malkmus sigue afinando en eso tan suyo de confeccionar indie-rock pluscuamperfecto con un pie en el underground y otro en el mainstream. Al final quedan las canciones, claro: todas buenas.
26. BLACK FOXXES – 'Reiði'
Mark Holley, líder de los Black Foxxes, debió sufrir una epifanía de vacaciones en Islandia hasta el punto de teñir su nuevo álbum de ideas provenientes de la isla de Björk (su título, significa “Rabia” en islandés). La música: contagioso indie-pop noventero en la línea de Manic Street Preachers.
25. THE CARTERS – 'Everything Is Love'
Más que de súper-grupo aquí deberíamos hablar de súper-pareja. Con las infidelidades en el cajón, Jay-Z y Beyoncé, unen fuerzas en un álbum tan pijo en la confección como apabullante en la forma sonora: R&B, hip-hop, reggae, soul… y todo de altos quilates. Porque, a veces, 1 1 = 10.
24. OUGHT – 'Room Inside The World'
Últimos adalides del post-punk, Ought, son ese chico raro que se esconde en las esquinas del patio a fumar tabaco negro y escribir desvíos alejandrinos a doble espacio en una libreta degradada por el uso. Para escuchar con cascos mientras andas por la ciudad.
23. JOHN COLTRANE – 'Both Directions at Once: The Lost Album'
Grabado en 1963 y perdido durante más de cuatro décadas, por fin ve la luz esta grabación del Dios del saxo tenor en su formato más clásico: Jimmy Garrison (bajo), Elvin Jones (batería) y McCoy Tiner (piano). Los amantes del jazz están más contentos que los franceses tras ganar el mundial.
22. NEKO CASE – 'Hell-On'
La norteamericana Neko Case no ha sacado un mal disco en su vida (al menos, en solitario; con The New Pornographers ya es otro cantar). En 'Hell-On' regresa a su folk-pop tan intimista como incendiario ofreciendo 12 canciones para escuchar fumando (si hacemos caso a la delirante portada del disco).
21. CARDI B – Invasion Of Privacy
Con solo un disco Cardi B ya ha llegado a lo más alto del pódium del hip-hop. Su receta: diversión, mala hostia, beef tronchante y un flow que debería ser la séptima gema del infinito. Muchos colaboradores de altura: Migos, 21 Savage, Chance The Rapper, YG, SZA… y ninguno le llega a los tacones de aguja.
20. SHAME – Songs of Praise
Tremendo debut el de los londinenses Shame, tirando de post-punk cum-laude crea vaporosas hondonadas de ruido con una columna vertebral venenosamente melódica. Se ve que a los Shame lo que les va es el cachondeo intenso, la filosofía de barra de bar y sacudirse la resaca y la ansiedad a golpe de zarpazo guitarrero.
19. ELEANOR FRIEDBERGER – Rebound
Desde que se divorció de su hermano en The Fiery Furnaces, la carrera de Friedberger no ha dejado de crecer cristalizando en terreno sintético unas canciones de alcoba que rozan lo místico y lo existencial en un anti-dream-pop no apto para masas.
18. FERNANDO ALFARO – 'Sangre en los surcos'
El ex Surfin’ Bichos revisita su cancionero (tildarlo de “grandes éxitos” sería altamente irónico; mejor: “canciones que te cagas”) desnudándolo de orquestación y artificio, dejando el tuétano al aire libre y, como siempre, conquistándonos una vez más ante tanto talento, sabiduría y elegancia.
17. PARQUET COURTS – 'Wide Awake'
13 canciones, 40 minutos, perfecto tanto para runners como para borrachos como para runners borrachos. Es algo así como si los Parquet Courts hubieran dicho, “a ver, ¿qué es lo que sabemos hacer mejor? Vale, pues hagamos sólo eso”. 2018 pinta rock.
16. PUSHA T – 'Daytona'
“If you know you know” repite como un mantra el trapero del Bronx mientras Kanye West le sirve bases en bandeja de oro con rayas en los surcos. “Sabías a lo que venías” o “Si sabes cómo me pongo, pa’qué le das al play”, el quinto proyecto de Ye para este 2018 apunta a disco de hip hop del año.
15. NILS FRAHM – 'All Melody'
Muerto (tristemente) Jóhann Jóhannsson, el trono de la música contemporánea, que tanto gira alrededor de los scores para cine y series como de la electrónica “minimal” y los paisajes “ambient” deja dos únicos maestros a competición: Max Richter y Nils Frahm. Escuchen si no, All Melody, es un masaje lascivo al cerebro.
14. ROSARIO LA TREMENDITA – 'Delirium Tremens'
Tremenda Tremendita. Ahora que el flamenco es trending topic gracias a Rosalía, detengámonos a pegar unos tragos de esta fusión bestial de zambra, romance y bulería con jazz, copla y folk sureño (de Sevilla, no de Tijauna, eh). Pelos del cogote como escarpias de las que colgaríamos un piano de cola.
13. TOTEKING – 'Lebron'
Gracias a (o por culpa de) El cículo de Kase O el resto de raperos de España parecían haber envejecido veinte años del tirón. Pero el espejismo duró hasta que Toteking regresó con sus mil palabras por segundo, sus referencias pop (cine y literatura siempre andan abrazados en sus letras) y sus bases soul. Ya pueden correr los traperos que el Kase y el Tote les llevan tres galaxias de distancia.
12. KIDS SEE GHOSTS – 'Kids See Ghosts'
Segundo experimento de Kaney West que se cuela en este (prematuro) Top. La fusión de Ye con Kid Cudi es más coito que producción (si la comparamos con la de Pusha T), más R&B que hip-hop, más eterno que contemporáneo. Kanye sigue queriendo ser muchos Kanye por lo que muchas veces se estrella en el larguero, otras tantas se sale del campo y, también, otras te mete un golaco frente al que solo puedes sonreír.
11. JANELLE MONÁE - 'Dirty Computer'
Monáe aparca (momentáneamente) su carrera como actriz para regresar a su hábitat natural: la fábrica de temazos. Versátil, talentosa y sedosa, Prince se habría vuelto loco con ella en los 80. Disco combativo, sobre lo que significa ser mujer negra en los EEUU, es al mismo tiempo intimista y expansivo. No redefinirá el pop, pero sí lo hace más grande.
10. KACEY MUSGRAVES – 'Golden Hour'
La hora de la verdad. Musgraves lleva años cantando canciones country con afilado pop del que rebana cabezas y es con este Golden Hour donde ha juntado su mayor caudal de canciones redondas. Menos purista que de costumbre –aún sin renunciar a banjos y steel guitar- y mejor escritora que nunca, la chica texana acaba de convertir la radiofórmula en música de vanguardia.
9. CONFIDENCE MAN – Confident Music for Confident People
Es darle al play y empezar a bailar, estés donde estés y estuvieras haciendo lo que estuvieras haciendo. Con LCD Soundsystem tratando de buscar su mojo entre los vinilos del trastero, la mejor opción bailable de este 2018 viene de la mano de estos australianos tocados con la barita mágica del dance-pop.
8. FATHER JOHN MISTY – 'God’s Favorite Costumer'
J. Tillman está que lo tira. En racha creativa imparable, prácticamente desde 2012, y convertido en el fucker por excelencia de los grandes festivales interplanetarios, él sigue impertérrito como impecable song writer. Ya ni le comparan con Elton John o Jarvis Cocker, se lo ha ganado por derecho propio: el es Father John Misty y punto pelota.
7. NACHO VEGAS – 'Violética'
Desde 2006, año de Desaparezca aquí, el músico asturiano no sacaba un disco tan absoluto como este Violética. Un álbum doble (18 hits imposibles) donde se dan cabida todos los Vegas posibles: el poeta, el roquero, el político, el cantautor, el de la canción-río, el cachondo… el mejor autor de canciones españolas del Siglo XXI está que lo parte (mirar si no la cumbia “Todos contra el cielo”).
6. CAR SEAT HEADREST – 'Twin Fantasy'
Con “Beach Life-In-Death”, traca de 13 minutos publicado el año pasado, los Car Seat Headrest dejaron claro que en esto del rock hoy son prácticamente intocables. Quiebros y más requiebros para un disco de madurez de unos chavales que, oyendo sus canciones, uno pediría que no maduraran nunca. Y que siguieran matándonos con cada canción.
5. NIÑO DE ELCHE – 'Antología del Cante Flamenco Heterdoxo'
La experimentación flamenca era esto. Con esta antología de coplas mecánicas, aleluyas futuristas, fandangos cubistas y rumbas por Guy Debord, el Niño siento cátedra cristalizando un disco de flamenco que seguirá sonando extraño en 2666. Si Godard y Camarón follaran, el resultado sería algo como esta Antología tan intelectualmente epatante como musicalmente excitante y subyugante.
4. KAMASI WASHINGTON – 'Heaven & Earth'
Entre el conceptualismo y la utopía, entre el cielo y la tierra, Kamasi Washington (más conocido por ser el cónsul del jazz de Kendrick Lamar), ha bordado un nuevo disco (doble) de jazz contemporáneo, tan cercano a Ennio Morricone como al G-Funk, con coqueteos hip-hop e indudable aroma africano, que uno querría que fuera la banda sonora original de su vida.
3. J BALVIN – Vibras
El DJ Colombiano J Balvin le ha dado la excusa perfecta a Pitchfork para, de una vez por todas, dignificar el reguetón como una de las música cúlmen del Siglo XXI. Vibras sería algo así como “Channel Orange” de la música latina (la frases es de Joan Pons), un cúmulo de ritmos rompe caderas que huye de los tipismos y clichés del género para desnudarse como lo que es: la mejor música de baile del momento.
2. AMEN DUNES – Freedom
Ejercicio de introspección a corazón abierto, Damon McMahon, se ha sacado un disco doliente y bellísmo de la chistera convirtiéndose en una de las grandes, grandísimas, sorpresas de este 2018. Como el “Tapestry” de Carol King pero en versión indie-pop para hombres magullados.
1.- KENDRICK LAMAR – 'Black Panther The Album'
Decía el crack de Noel Ceballos que con Black Panther The Album, Marvel inauguraba nueva fase: “La fase de los temazos”. No es para menos. La producción musical para la aclamada película de Pantera Negra es una orgía de estrellas del R&B negras: Lamar, Schoolboy Q, 2 Chainz, Vince Staples, SZA, Future… dando forma a un disco para escuchar en loop continuo. T’Chala Forever.