Los cazadores de trufas del título son hombres curtidos y sabios, guiados por un conocimiento secreto que se transmite de generación en generación y, no menos importante, por las narices de sus queridos perros, entrenados específicamente para encontrar las trufas Alba. Viven vidas sencillas, pausadas, en armonía con sus leales animales y su bellísimo entorno natural, que parece sacado de un cuento de hadas.