En los confines del desierto de Gobi, en el noroeste de China, Lang regresa a su ciudad natal tras cumplir una condena en prisión. Buscando una nueva vida, comienza a trabajar en la patrulla encargada de limpiar la ciudad de perros callejeros en preparación para los Juegos Olímpicos.
En medio de la rutina y el aislamiento, Lang encuentra consuelo en una conexión inesperada con un perro negro callejero, creando un vínculo profundo entre dos almas solitarias que pasan a hacerse compañía mutuamente, hasta convertirse en inseparables.