En la Bilbao de finales de los años 80, un equipo infantil de gimnasia rítmica se encuentra ante la enorme posibilidad de participar en un campeonato en Berlín. Sin embargo, debido a la falta de disponibilidad de las madres para acompañar a las niñas, la responsabilidad de asistir al evento recae en los padres.
Estos muestran poco interés en el viaje, el deporte y, en muchos casos, en sus propias hijas. Esta situación plantea un desafío inesperado y revela la desconexión emocional que muchos de estos hombres tienen con sus familias.