Ali es un joven somalí que, a los catorce años, escapó de la devastadora guerra en su país natal. La cineasta española Paula Palacios ha seguido la trayectoria de Ali durante doce años, comenzando con su inesperado encuentro en una cárcel de Ucrania en 2012, que marcó un punto de inflexión en su vida.
La película, grabada en múltiples países como Ucrania, EE.UU., Catar, Arabia Saudí y España, a menudo con la cámara en mano por el propio Ali, narra su viaje en busca de un nuevo hogar y un sentido de pertenencia.