Marc y Eudald parecen tener una vida estable y ordenada hasta que la llegada de un nuevo vecino en la ventana de enfrente despierta en ellos sentimientos inesperados y tensiones. Marc comienza a cuestionar sus propios deseos e insatisfacciones, mientras Eudald intenta con insistencia mantener y fortalecer su vínculo, poniendo a prueba la solidez de su relación.
En este momento decisivo para ambos, se exploran temas de identidad, conexión y pérdida, revelando cómo los cambios externos e internos pueden transformar radicalmente una relación.