Una película visualmente impresionante del director debutante Marty Brown, con actuaciones increíbles a lo largo de toda la película, especialmente de Nadine Labaki y del niño de Capernaum. Es un viaje contado a través de los ojos de una niña que resuena con los tiempos que estamos viviendo. Humana. Poderosa. Una película que hay que ver.