El tranquilo pueblo de Hurmevaara se desequilibra cuando una noche un meteorito se estrella contra el techo de un coche. Para el alcalde, el cuerpo celeste es una valiosa oportunidad para salvar el pueblo, que se extingue lentamente. Joel (Eero Ritala), el cura del pueblo y antiguo guardián de la paz, se encarga de custodiar el meteorito en un viejo museo antes de enviarlo a Londres para su examen. Pero su extraordinario hallazgo despierta la codicia, tanto de pequeños delincuentes como de profesionales. Mientras Joel intenta evitar el robo del meteorito, se enfrenta a un enigma aún más personal: su mujer anuncia felizmente su embarazo, pero Joel sabe que en realidad no puede engendrar hijos debido a una herida de guerra, y aún no se lo ha dicho.