El legado político de Jordi Pujol quedó en entredicho tras su confesión sobre fraude fiscal, ensombreciendo décadas de influencia y poder. En la película se explora los pecados y penitencias de una familia que dominó la política catalana, abordando las tensiones entre padres e hijos, el poder y su abuso.
A través de la figura de Pujol, se revela una historia de ambición, lealtades y traiciones que marcaron la historia contemporánea de Cataluña, cuestionando los límites entre la moral y la política.