Marfil ya no es la misma. Todo en lo que confiaba ha resultado ser una mentira, incluido también Sebastián. Sus enemigos la persiguen, intentando que caiga y destruir todo lo que ama. En medio del peligro, quiere escuchar que todo irá bien, aunque sea otra mentira más. Herida y triste por la traición de Sebastián, se obliga a no sentir nada por él.
Pero cuando los secretos empiezan a salir a la luz, su voluntad se rompe, y descubre que, por mucho que lo intente, no puede odiarlo tanto como desearía.