Un adolescente que pierde a su madre y tiene que quedarse a cargo de su hermana pequeña, mientras hay una guerra, es lo que nos narran en esta desgarradora película de animación.
Un drama muy duro y muy cruel, que empieza a tocarnos la fibra desde el minuto uno, con un chaval que hace todo lo que puede para subsistir y cuidar de su hermana.
Una niña pequeña, que al principio te saca de los nervios y le terminas cogiendo un cariño destrozándote a medida que transcurre la historia, pero sin buscar la lágrima fácil.
Peliculón de Ghibli, que nos trae siempre una animación muy trabajada y madura, que en ocasiones como esta, está casi más dirigida al público adulto.