Crítica de SensaCine.com para Pulgarcita: Disneyficando a Andersen

La Warner decidió en 1994 llevar a la gran pantalla el cuento clásico de Hans Christian Andersen y la resultante fue una combinación entre cine de animación, dirigido especialmente a los más pequeños, y musical, donde las letras de las canciones y sus melodías no son precisamente lo más recordable de esta adaptación de las aventuras de Pulgarcita.

Don Bluth (En busca del valle encantado, Todos los perros van al cielo) y Gary Goldman forman tándem tras las cámaras para dar forma al relato protagonizado por esa diminuta joven que no se acobarda ante nada y que hallará, cómo no, la salvación absoluta en un príncipe azul que tiene dimensiones semejantes a las suyas. Es un filme lastrado fundamentalmente por el envoltorio Disney que trata de importar y por asentarse en tópicos tantas veces vistos y un desenlace tan previsible.

A favor: Las ranas. Su tema "Marry the Mole!" ("Cásate con el topo") se llevó un Razzie a la Peor Canción Original.

En contra: Personajes planos y exceso de almíbar romanticoide.