En los años cuarenta el cine noir americano tuvo una explotación (para bien), todo director quería hacer su película de suspense al estilo noir, y de esa explotación salieron infinidades de obras maestras a finales de los años treinta y principios de los cuarenta. A su vez el término proveniente del cine francés "femme fatale" estaba ganado una popularidad en este tipo de películas, un terminó que todos ya reconocemos de las mismas.
He aquí en este punto donde uno de los directores más prometedores de Hollywood por aquél entonces como Billy Wilder decide crear su film noir. Con esto no tan sólo logra crear el máximo ejemplo y exponente del film noir americano y del término "femme fatale", si no que también logra crear una de las mayores obras maestras en la historia del cine americano, y con ello consagrarse por supuesto como uno de los mejores directores del momento a nivel mundial en esa época.
Pero por si parece poco o exagerado Wilder también logra con "Double Indemnity" una película aparte de influenciada, completamente revolucionaria, ya que logra avanzar dando nuevos conceptos en el apartado de iluminación con trucos fascinantes que logran con sombras una cinematografía única en la historia del cine, y que luego fue emitada por muchos de los más grandes directores de la historia del cine, como por ejemplo el gran cineasta procedente del cine mudo Raoul Walsh.
Aunque la cinematografía es perfecta, hay otro apartado que lo es más aún si eso es posible. Y ese es como no el narrativo, ya que la cinta de Wilder tiene una narrativa sublime e imponente, también ayudada por el grandioso guión de Wilder escrito junto con Raymond Chandler.
Y otro apartado realmente sorprendente es el interpretativo, en donde no hay actor que no demuestre un nivel majestuoso en interpretación.
Con actuaciones exquisitas y excelisvas del gran protagonista y narrador de la historia Fred McMurray, de una de las mejores "femme fatales" de la historia del cine como la interpretación de Phyllis por Barbara Stanwyck, o la gran interpretación como siempre eufórica y a veces improvisada del gran Edward Robinson.
Como dato muy curioso en el aspecto narrativo del film, la película sigue exactamente la misma estructura narrativa envolvente que en años más tarde con su mayor obra maestra "Sunset Boulevard". En donde al comienzo de la película el protagonista ya se encuentra en el final de la misma y narrandola, ya sea a los propios espectadores (nosotros) como en la gran "Sunset Boulevard", o a otro personaje de la película como en esta ocasión.
La trama narra la historia de Walter Neff (Fred McMurray), un agente de seguros que se enamora a primera vista de la esposa de uno de sus clientes.
Phyllis Dietrichson (Barbara Stanwyck), la esposa de su cliente, también se enamora perdidamente de él, por lo que planean entre los dos también debido al abandono y malos tratos de su marido hacia ella, el asesinato del mismo, fingiendo un accidente extraño para poder cobrar una doble indemnización.
Sin duda una obra única y de un primer visionado inolvidable, en el que tanto la atmósfera y el suspense que hay en cada diálogo de los personajes te mantienen perplejo durante toda la duración de la cinta.
Sin duda Wilder con "Double Indemnity" nos sumergió creando una obra maestra irrepetible en un mundo donde la moralidad es ambigua y donde cada personaje de la cinta está atrapado en sus propias trampas y decisiones terribles.