Un debut prometedor
por Rodolfo SánchezSiguiendo la moda de actores que asumen labores de dirección, Kevin Spacey hizo lo propio con La trampa del caimán película en apariencia pequeña, de un único decorado durante la gran mayoría de su metraje, basada en un guion sólido y bien escrito y en un elenco actoral solvente y de gran fuerza. De esta manera, Spacey tiene más o menos las espaldas cubiertas, consiguiendo romper el espacio escénico para no caer demasiado en la teatralidad, lográndolo con una puesta en escena basada en movimientos de cámara que rompen los contornos espaciales y en un montaje dinámico marcado por un juego rítmico acorde con los elementos del thriller que sustentan La trampa del caimán.
Hay algo claustrofóbico y asfixiante en la película, algo sombrío, insano, que hace de ella una película intensa a la par que entretenida. Cae, quizá, a la larga, demasiado en el juego que plantea, pero se trata sin duda de una película sólida y muy bien escrita que Spacey sabe visualizar con notable ingenio. Un debut en apariencia poco ambicioso, aunque lo sea en realidad en cuanto al trabajo que hay detrás de ella.
A favor: Los actores, el guion, la solvencia de la dirección.
En contra: Que es sencillo despacharla como cine-teatral a modo peyorativo.