Una familia americana de clase media se traslada a vivir a un idílico barrio, pero dentro de la casa empiezan a suceder cosas extrañas, fenómenos paranormales para los que no hay explicación posible.
El inicio es soberbio, manifestaciones perfectamente calculadas que van absorbiendo al espectador dentro de la obra, no son de mal gusto, no necesita gritos o golpes estridentes, el argumento lo tenemos algo quemado a día de hoy, pero en los 80 fue algo muy novedoso, y estas manifestaciones van evolucionando conforme la obra avanza; cosas que se mueven de sitio, comportamientos extraños, voces, alucinaciones... y finalmente... pues eso. Algunas de estas se pasan de histrionicas, parecen más un alarde de efectos especiales que otra cosa, el árbol que cobra vida resulta hasta ridículo, y el final discotequero es un poco sobrante, pero forma parte del caos en el que la obra te sumerge, y es que sí que son espectaculares los efectos, son impresionantes y una delicia visual, pero esto no quita que resulten algo anticlimaticos y hasta ridículos. Pero bueno está producida por Spielberg y ya sabemos que es el maestro de los efectos especiales y seguro que quería dejar constancia de ello.
La dirección corre a cargo de un maestro del terror como es Tobe Hooper, la puesta en escena es buena, la casa comienza a sufrir anomalías, "ya están aqui" dice la niña, la iluminación y la paleta de colores es brillante, me encanta como combina esos colores llamativos, esos rojos y azules o esos tonos naranja o verdes para la habitación, colores vivaces que añaden mucho ritmo, y es que fluye muy bien la obra, el trabajo de cámara es muy bueno, intercalando bien los planos y manteniendo ese ambiente fantasmagórico. Los elementos están muy bien introducidos; los gusanos en la comida, la piscina de la que brotan cadáveres, el muñeco del payaso, la televisión, ese armario que es la pesadilla de muchos niños... Y tiene el suficiente humor como para entretener también a los más adultos, a parte de lo espectacular que es visualmente. Es maravilloso cuando el cámara que retrata fenómenos paranormales le cuenta al padre súper orgulloso como en un lapso de 7 horas grabó como un juguete se movía 5 metros, el padre lo mira con cara de, "ja, pobre ingenuo", para luego abrir la puerta de la habitación donde están todos los muebles flotando y dando vueltas.
Y sí, para mi es la primera película de terror para niños que hay, es imposible que un adulto se sienta lo más mínimo asustado, pero ha sido la pesadilla de muchos niños en los ochenta.
El guión por otro lado está muy bien, la historia fluye muy bien como ya he dicho aunque el final sea un poco cuestionable, los diálogos cumplen y destacan en algún momento, y los personajes están bien trazados la mayoría, y digo la mayoría porque alguno para mi sobra. La niña, los padres, el cámara y la ayudante de estos son correctos, pero realmente los otros dos niños sobran y no aportan nada a la trama, sobre todo la niña adolescente, sirve para dar gritos y mostrar un poco lo insufribles que son a esa edad y poco más. La médium también me sobra un poco quizás, es un personaje un poco ridículo y si la quitas la obra no la echaría en falta. Por otro lado y de forma más sutil y menos remarcada, crítica a estos jefes inmobiliarios que solo miran por sí mismos y por sus bolsillos, sin importar las consecuencias.
Por lo general buena obra y buena dirección, los efectos especiales a veces son excesivos, algún personaje me sobra y el final deja un poquito que desear, pero es una obra icónica, absolutamente icónica, con momentos inolvidables y que han servido para muchas obras posteriores. Un 7'1.