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    Un paseo por el bosque
    Críticas
    3,0
    Entretenida
    Un paseo por el bosque

    Al final del camino

    por Suso Aira

    Ken Kwapis es un caso bien raro dentro de la nómina de directores norteamericanos. Procedente de la televisión (en Un paseo por el bosque hace un guiño, no sabemos si por casualidad o de rebote, a uno de sus mentores catódicos, el productor Stephen Katz, aquí el nombre del personaje encarnado por Nick Nolte), Kwapis se dio a conocer en los 80 con una road movie raruna que era algo así como mezclar el Tras corazón verde de Robert Zemeckis con Buscando a Susan desesperadamente. El misterio de la pirámide de oro resultó una pequeña sorpresa (aunque pinchara en la taquilla española) y seguramente los mejores roles de una pirada Cyndi Lauper haciendo sus pinitos como actriz y de un Tom Conti del que ya nadie se acuerda, ni el mismo Tom Conti, supongo.

    A partir de entonces, Kwapis se fue difuminando en la pequeña pantalla para ir apareciendo de tanto en tanto con productos para la otra pantalla, la grande, siempre comedias, siempre ligeras, siempre olvidables a pesar de contar con una estrella al frente del reparto (el finado Robin Williams en Hasta que el cura nos separe) rodeada de un cast de secundarios desconocidos provenientes de la TV. Hará unos años tuvo un golpe de suerte, tanto crítico como de público, adaptando un best seller femenino, Uno para todas, que pareció que le abría un nuevo periodo en su larga trayectoria. Así, Kwapis ha estado a la caza de otros superventas que le permitieran primero contar una historia interesante con un público ya contrastado y, segundo, poder tener a sus órdenes a un par o tres de intérpretes de relumbrón. Historias, eso sí, ligeras, humorísticas, con un pequeño mensaje, y que dejaran en el espectador un buen poso tras el visionado… para olvidarlas a los diez minutos.

    Un paseo por el bosque se ajustaba al modelo perseguido: un libro de experiencias personales de un señor ya de cierta edad (lo que atrajo el interés de un muy activo últimamente Robert Redford, no sólo el protagonista, sino el productor ejecutivo del film), un tono amable y cómico y ser el vehículo de lucimiento para los actores contratados (a quienes no hace falta dirigir: ya lo hacen todo ellos solitos). Y es verdad que todo es de una sonrisa perenne en la película, cuyo público potencial es el que comparte edad con Redford y con Nolte (que pese a ser más joven que su compañero y colega aparenta tener como mil años más). Road movie senderista de manual y duelo de actores (Jack Lemmon y Waler Matthau podrían haber sido los protagonistas en su etapa de Dos viejos gruñones), con algunos secundarios que se desaprovechan (Mary Steeburgen) y otros que se comen la película (la friki que se encuentran en el camino por vez primera), Un paseo por el bosque igual no pasará a la posteridad, pero que tenga como referentes a John Hughes (Mejor solo que mal acompañado) y a uno de sus discípulos como Howard Deutch (Dos cuñados desenfrenados) ya es suficiente para que nos lo pasemos bien con estos dos abueletes haciendo el camino de sus vidas.

    A favor: la pirada destrozando y torturando con el Happy de Pharrel Williams.

    En contra: Emma Thompson forzando el acento británico.

     

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