Crítica de SensaCine.com para La última nota: La mano que gira las páginas

Como si Claude Chabrol hubiera rodado una versión de 'La mano que mece la cuna', 'La última nota' narra la historia de venganza de Mélanie, una joven estudiante de piano que tras perder un determinante concurso por culpa de la frivolidad de una prestigiosa pianista, se inmiscuye años después en la familia de ésta para servir fría su revancha. Como era tan habitual en la filmografía del director de 'La ceremonia', aquí la historia también se desarrolla en la trastienda de la burguesía de provincias francesa a partir de un conflicto de clase no dirimido: Mélanie proviene de una familia de carniceros y pierde su única oportunidad (!) de ascender socialmente en ese examen, mientras que la causa de todos sus males mantiene un estilo de vida privilegiado.

Denis Dercourt desarrolla este thriller psicológico a partir de la tensión creada entre las dos protagonistas, la joven esfinge que se hace pasar por servicial ayudante decidida a perturbar la estabilidad de la familia burguesa y la diva dispuesta a caer en las redes de la seducción. Pero la película no alcanza ni la capacidad de incisión del cine de Chabrol ni la voluntad perturbadora de, por ejemplo, 'Teorema' de Pier Paolo Passolini.

A favor: El duelo de solistas entre Deborah François y Catherine Frot.

En contra: ¿Tanto rencor por haber suspendido un examen?