Entre el trajín y el vocerío de un mercado griego, una terrorista de Oriente Próximo llamada Samira (Sandahl Bergman) comete un atentado. Lejos de salir airosa del hecho, es capturada por la CIA y trasladada a los Estados Unidos de América. Allí, los agentes de inteligencia le insertan un chip en el cerebro. ¿El objetivo? Controlar su mente y usarla para capturar a futuros terroristas en el país asiático. Ahora Samira se ha convertido en una máquina de matar cibernética. Su espíritu se ha perdido y lo poco que queda de ella lucha por salir. ¿Serán capaces los de la CIA de controlarla para siempre?
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