Crítica de SensaCine.com para Homer y Eddie: Dos en la carretera

Que Jim Belushi y Whoopi Goldberg protagonizaran una película a finales de los 80, uno interpretando a un tipo de pocas luces que quiere reunirse con su padre y la otra a una mujer que huye de un crimen, coincidiendo ambos personajes en un viaje por carretera, sólo podría tener como resultado una road movie divertida en la que, después de una serie de dificultades, ambas personalidades contrapuestas terminan por entenderse. Pero no. El director de 'Homer y Eddie' es el ruso Andrey Konchalovskiy, y con él las cosas nunca son lo que parecen.

En realidad, 'Homer y Eddie' de comedia tiene muy poco, aunque el tono expositivo y la fotografía redundante sean todo lo light posible. Pero la historia en sí es de lo más dramática: Belushi tiene un evidente retraso; Goldberg es una criminal a la que han detectado un tumor cerebral y pronosticado un solo mes más de vida. La película tiene escenas durísimas (violencia incluida), rodadas con la misma intensidad lavada de una comedia de sobremesa. Sólo por esa inquietante estridencia entre forma y fondo, unida a un final cruel y desolador, merece la pena sentir la experiencia de extrañeza que embarga durante toda la narración.

A favor: El cameo de John Waters.

En contra: Sigue siendo una película desconocida, todavía hoy; por no hablar de la gente que la ve esperando una comedia.