Un huevito llega a manos de una rata llamada Ratso y nada más nacer este se hace responsable del cuidado de Feucho, un patito poco agraciado pero muy bueno. La rutina cotidiana es un poco complicada, Ratso tiene que alimentar a su nuevo hijo y a la vez huir de las bandas de ratas que trabajan en la ciudad y de las aves de corral. Con el paso del tiempo, Feucho alcanza la adolescencia y se enamorará de una bella y encantadora patita, menos mal que su padre estará siempre a su lado para guiarlo en su camino.