Crítica de SensaCine.com para Promesas del este: Tras la caída del muro

Tras adentrarse en la carne y, después, en la mente, David Cronenberg decidió fijarse en la violencia y, tras Una historia de violencia, el cineasta canadiense entregó Promesas del Este, película alrededor de las mafias rusas en Londres en la que la ciudad queda desdibujada y apenas retratada con retazos visuales y en la que importa más cómo los personajes interactúan entre sí en una sociedad sustentada en la violencia y el miedo. Violenta y humanista a la vez, Promesas del Este se desdobla para ser tanto una indagación en la violencia (en abstracto) de aquellos quienes han acabado aceptándola como modo de vida, así como una mirada sobre la nueva disposición de Europa tras la caída del Muro y del comunismo, momento de eclosión de las mafias del Este por el continente y la islas británicas. El acercamiento de Cronenberg a través de una puesta en escena seca y directa, pero a la vez atenta a los cuerpos y a su sufrimiento, resulta excelente. Promesas del Este es discutible, quizá demasiado generalista, demasiado abstracta: intenta contextualizar pero se olvida en gran medida del paisaje, pero aun así resulta exuberante y casi redonda. Magníficamente, además, interpretada.

A favor: Todo, prácticamente.

En contra: Quizá esa falta de concreción a la hora de contextualizar, aunque el talento de Cronenberg es tal que acaba olvidándose.