Crítica de SensaCine.com para Un profeta: Camino de perfección

Después de dos película que se introducían en los moldes del thriller para ofrecer una mirada muy personal, 'Lee mis labios' (2001) y 'De la latir mi corazón se ha parado' (2005) el director francés Jacques Audiard daba un paso más allá en la configuración de su estilo con la ambiciosa 'Un profeta', la crónica carcelaria de un joven de origen árabe que es captado en prisión por un capo de la mafia que le introducirá dentro de su organización para todo tipo de actividades delictivas.

El director utiliza un estilo extremadamente sobrio (que rompe en algunas ocasiones con fugas innecesarias que desestabilizan el tono de la narración) y crea un extraordinario microcosmos dentro de la penitenciaría a través de las pequeñas acciones cotidianas que irán definiendo la relación entre Malik (Tahar Rahim, ganador del Cesar al mejor actor) y César Luciano (el veterano actor Niels Arestrup). Extraordinariamente bien dirigida, 'Un profeta' genera una tensión y una sensación malsana que poco a poco va convirtiéndose en la verdadera protagonista de esta película sobre la supervivencia en un entorno hostil.

A favor: La dirección de Audiard.

En contra: Algunas fugas oníricas.