Jean-Claude Van Damme tiene un hijo en la vida real, pero en la película se cambió a una hija por razones legales. El director, Mabrouk El Mechri, asegura que el nombre del personaje de la hija, Gloria, se le ocurrió mientras escuchaba la canción de Van Morrison de ese mismo nombre.
El director Mabrouk El Merchri y Jean-Claude Van Damme tenían un pacto por el cual el actor no podía gritar "¡corten!" para terminar una escena, como suele hacer el belga en muchas de sus otras películas.
Según contó el director Mabrouk El Mechri en el Festival Internacional de Toronto, aproximadamente el 70 por ciento de la película está basada en el guion, y el 30 por ciento es improvisación. Por ejemplo, la escena del taxi está completamente improvisada. El director le dijo a Jean-Claude Van Damme que tenía que ser amable con la conductora, y a partir de ahí se construyó su interpretación.