tengo una debilidad, lo reconozco, y no es otra que el cine de las islas británicas, sus personajes son reales, cercanos, facilmente reconocibles, y eso unido a unas bso de escándalo (casi siempre) hacen de estas cintas imprescindibles, para todos aquellos que disfrutan del CINE en mayusculas.
La película cuenta una historia de muchos altos y bajos, que se resuelven de manera alegre y esperanzador, sin embargo, casi dos horas de película es demasiado para contar una historia de no más de hora y veinte minutos, por lo que por momentos la historia incluye rellenos y encuadres de cámara innecesarios. De igual forma comete el error de no desarrollar a los personajes secundarios y sus historias, por lo que no es posible conectarse con sus preocupaciones e intenciones, lo que hace inútil su participación en la película, más que para complementar la historia principal del protagonista. A fin de cuentas es una película entretenida, aunque por momentos algo lenta, pero con una conclusión emotiva.
Billy Elliot es un homenaje a los luchadores, a los valientes, a los soñadores, a la comprensión de que es el corazón quien decide, aunque nuestro mundo nos intente quitar la razón. Es el reencuentro de un niño con sus seres queridos, pero ante todo es el reencuentro consigo mismo.
Esta pelicula demuestra que la igualdad es algo importante que tenemos que entender y respetar, Billy parece fuerte ya que es presionado por parecer gay, por los problemas de su difunta madre y por la huelga de los mineros