Opiniones sobre Superagente 86 de película

Es una película para pasar un buen rato y olvidarte de exterior. Personalmente no tenia unas expectativas tan altas, pero realmente me impresionó, el final sin embargo no fue del todo de mi agrado, exceptuando eso, puedo decir que la película cumple con su cometido.

Todo parece más caro, por supuesto, con los decorados brillantes llenos de pantallas parpadeantes y extras de aspecto atareado, muchos de los cuales están allí solo para que los hagan volar en mil pedazos.
Max también parece algo más caro, más elegante, al igual que 99 (Anne Hathaway, la bella e inofensiva de piernas largas).
Un hombre de aspecto agradable cuyos ojos oscuros y suplicantes sugieren reservas de decencia y un profundo pozo de pánico, Carell tiene una presencia marcadamente diferente de Adams, un comediante que decía todos sus diálogos como si fueran frases de una sola línea y parecía estar a dos chistes y un sujetador desabrochado de un concierto en la Mansión Playboy.
Una cosa es que Max sea gracioso, que sea un contraste impotente intermitente, pero si quiere triunfar y tal vez incluso crear una franquicia, tiene que ser genuinamente heroico.
Tiene que llenar la pantalla grande con acción, no solo risas y frases hechas.
Tiene que dar lo mejor de sí lanzando también algunos golpes fuertes.
La película está lejos de ser terrible: es divertida en algunos momentos (Bill Murray aparece para un cameo excéntrico) y visualmente indolora, en particular durante las bellas tomas nocturnas de Moscú que muestran el formato de video digital con gran efecto.
No había nada particularmente inocente en la época en la que se emitió originalmente “Superagente 86”, pero tampoco el juego de espías estaba envuelto en cinismo.
Los agentes secretos todavía eran glamorosos en esa época, materia prima para el romance y maduros para la parodia.
Pero ver a Max y compañía descontrolarse me dio escalofríos. No sé vosotros, pero estoy harto de espías torpes.