Maria Popistasu (Kiki) confiesa que aquellas escenas que trataban de lleno la homosexualidad del personaje le hicieron trabajar sobre sí misma: "Sentí que mi falta de confianza en mi propia feminidad había causado una especie de bloqueo emocional que me impedía responder como deseaba a Tudor Giurgiu. Me sentí inhibida, culpable y frustrada".
El director ve su película como un "ovni" del cine rumano: "Parece que no es una película rumana, pues lo habitual es que haya tortura, dolor y frustración. En cambio, aquí se plantea la energía positiva".
Primer largometraje de Tudor Giurgiu, quien había dirigido anteriormente dos cortometrajes (Vecini en 1993 y PopCorn Story en 2001). Love Sick supone también el debut de la actriz Ioana Barbu.