Crítica de SensaCine.com para Elisa: Jóvenes desarraigados

El director francés Jacques Becker rodó en 1995 este drama en torno a la juventud disfuncional de una joven (interpretada por Vanessa Paradis) rebelde que solo encontrará su sitio cuando vaya a parar a un internado donde formará su nueva familia gracias a dos de los estudiantes que encuentra allí.

Una historia de amistad, de frustración frente a una vida de desarraigo y sobre todo de heridas profundas emocionales que dan lugar a la venganza y a sumergirse en los bajos fondos de la delincuencia.

Destaca la maravillosa música de Zbigniew Preisner, habitual de Kieslowski, la canción de Serge Gainsbourg del mismo nombre que la película, y la frescura de Paradis, en uno de los mejores papeles de su carrera.

A favor: Su actriz protagonista, la música, que se llevó el Cesar a la mejor banda sonora.

En contra: Que no sea capaz de llegar más allá de lo que plantea.