Hipertrofia cinematográfica
por Virginia MontesDespués de que el cineasta Ang Lee convirtiera una película de superhéroes en un film casi existencialista, los responsables de Marvel, que no metieron mano en aquel proyecto que era Hulk (2003), quisieron rentabilizar la figura del atormentado y furioso monstruo verde para realizar una película que se ajustara mejor a sus necesidades taquilleras. De ahí surgiría El increíble Hulk (2008), un reboot en toda regla que renegaría de la anterior entrega para establecer un imaginario inédito a partir de la misma historia con distintos intérpretes y un estilo radicalmente diferente. Si el Hulk de Ang Lee era una película de autor, El increíble Hulk de Louis Leterrier es una película de palomitas, con más acción y masa muscular que cerebro, eficaz en algunos aspectos y en otros definitivamente sonrojante. Si Eric Bana daba el tipo y conseguía un Hulk contundente, Edward Norton le aporta más fragilidad al personaje e incluso es capaz de imprimirle una mayor fuerza dramática. Y cómo no, la pirotecnia visual, es de primera categoría.
A favor: Los momentos de furia de Hulk.
En contra: Uno casi no puede creerse que Edward Norton pueda llegar a convertirse en Hulk...