Una banda de delincuentes ataca a una familia de forma cruel, asesinándoles de la manera más cruel posible. Al ataque sobreviven Johnny (Anthony Steffen), el padre de la familia y su hijo. El niño será capturado por los criminales para que con el tiempo forme parte de ellos. Por ello, el padre tendrá que ir en su búsqueda y acabar con ellos con la mayor rapidez posible, antes de que consigan pervertir la mente infantil de su vástago.