Los animadores diseñaron un nuevo sistema de captura de movimiento basada en una vieja cámara Sony para crear la ilusión de que la película realmente estaba siendo grabada con una cámara real, y acentuar la atmósfera de documental.
El guionista Christopher Jenkinks concibió originalmente la película como una comedia negra basada en 'Romeo & Julieta'... con pingüinos.